A un año del primer grito organizado.
Hace un año, artistas de diversas disciplinas se organizaron para salir a pedir respuestas al Estado, ante la imposibilidad de trabajar en el contexto de pandemia. Fue la primera vez que trabajadoras/es de la danza, la música, el teatro, técnicos, artistas visuales, se juntaron y salieron a la calle a manifestarse y reclamar por sus derechos, la emergencia cultural, la precarización histórica, la falta de reconocimiento como trabajadores, la necesidad de una Ley Nacional de Danza, la importancia del arte y la cultura en la sociedad, entre otras cosas.
Fue un grito desesperado en medio de espacios artísticos que no paraban de cerrarse, artistas que decidían irse porque ya no encontraban futuro en la Provincia, otras/os que decidían dedicarse a otros rubros, por no encontrar respaldo del Estado para seguir dedicándose a lo que eligieron y para lo que se formaron. Como balance, Florencia Leyes, Coordinadora del Movimiento Formoseño de Danza, reconoce también que se trató de una oportunidad histórica para que artistas de diversas disciplinas se convoquen alrededor de una misma causa y puedan ver entre todas/os el estado de abandono en el que se encuentra el arte en Formosa.
Es importante aclarar que en los momentos más críticos, siempre se buscó el diálogo con las autoridades a partir de pedidos concretos que beneficiarían al sector. A un año de ese primer grito organizado, aún no hay respuestas de los pedidos realizados, siempre con la formalidad requerida; algunos de ellos fueron:
Exención de impuestos provinciales y municipales para los espacios que permanecieron sin generar ingresos. Prórroga en los trámites de habilitación municipal. Puesta en marcha de un Programa de Reactivación y Asistencia Económica para la reconstrucción del sector después de un año de crisis. Mesa de diálogo con las autoridades competentes, para presentar estadísticas, relevamientos, y el estado situacional del sector con el objetivo de elaborar políticas públicas concretas de fortalecimiento, fomento y sustento de la actividad cultural.
Las consecuencias del vacío que se hizo a éste sector durante la pandemia, sigue saliendo a la luz. Directoras/es de espacios de arte dan sus testimonios en relación a la dificultad y al esfuerzo económico que implica volver a poner en condiciones los lugares, además de recuperar alumnas/os que habían perdido, sumado a las deudas pendientes.
El sector artístico espera la reparación histórica que requiere en la Provincia. Se necesita presupuesto que se destine a la Programación de Ciclos, Circuitos y Festivales que promuevan la actividad de todas las disciplinas artísticas y donde los trabajadores obtengan un pago digno, es necesaria una Ley Provincial de Cultura que establezca la importancia del fomento de todas las artes en la Provincia.
Luego de un año de aquella manifestación y de dos años de pandemia que evidenciaron el estado de vulnerabilidad de la Cultura en la Provincia, el sector artístico sigue esperando respuestas.